regreso sin pena ni gloria
(¡pero con un montón de prejuicios!)
El 14 de abril de este año, Adrián Sack nos informaba con detalle desde el suplemento de espectáculos de La Nación que la actriz Malena Solda estaba cursando el postgrado en teatro clásico organizado por la Academia de Música y Arte Dramático de Londres. Ella decía: “Soy muy feliz acá: estoy encantada con esta posibilidad que tengo de vivir la riqueza del teatro local, la diversidad cultural de esta ciudad e incluso la comida”. Buen provecho, Male.
Sack comentaba que Solda, a los diecisiete años, visitó Londres por primera vez, y recogía las palabras de la actriz: “Desde esa vez quedé impresionada con la tradición y la diversidad de géneros teatrales que existen en este país, y a partir de ese momento comencé a viajar tantas veces como pude”.
Quizás tan preocupada estuvo por volver a Londres que no se dio cuenta que mucho más cerca de su casa, tan cerca como puede estar de Pol-ka o de Palermo Hollywood, podría encontrarse con una actividad teatral que hoy llama la atención incluso de los londinenses, neoyorquinos y parisinos. ¿Sabrá esta chica que Buenos Aires cuenta con más de ciento cincuenta espacios teatrales, muchos de ellos con más de una sala, en las que por semana se presentan cerca de seiscientas funciones? Es improbable que no lo sepa. Pero, claro, el teatro de Londres… ¡ah…!
Malena Solda le dijo a Sack: “Yo me veo haciendo televisión nuevamente en la Argentina, pero la verdad es que me gustaría incursionar en la comedia”. Está bien: formada en Londres, encaminará sus grandes aspiraciones interpretativas en alguna sitcom nacional. Y con la plata que gane por hacer esa pelotudez (¿comprada a Sony o inventada acá?), podrá ir nuevamente a Londres a ver teatro.
Además de ser joven y exitosa, Malena Solda también ha logrado –en pocos meses– sintetizar varias experiencias muy propias de la idiosincrasia nacional, como lo son la fetichización de lo extranjero y la ignorancia de la cultura nacional, o el perfeccionamiento profesional como mera satisfacción personal (porque lo rentable –tanto en billete como en fama– no es hacer un buen trabajo, sino aquello que a la gente se le puede presentar como deseable).
¡Ah! Ya llegó a la Argentina. Y, aunque con otras palabras, dijo lo mismo.
1 Comments:
Ey, Lucho... hace mucho que no subís nada nuevo...
Ponele ganas al blog... jajaja
Abrazo!
Publicar un comentario
<< Home