martes, junio 27, 2006

bandera limpia, negocios sucios

Debe ser un espectáculo único ver todo un país festejando su consagración como los mejores del mundo, en el propio suelo y junto a los derrotados de otras naciones; el pueblo, así enfervorizado, se sentiría orgulloso e invencible, y avanzaría de cara a los desafíos que se le antepongan… (¡Ey! Miren que estoy hablando del Mundial de Fútbol Alemania 2006, y no de las Olimpíadas de Berlín de 1936.)
Ante la posibilidad de que alguna mano negra quiera sacar ventaja de ese fervor, previsores, nuestros connacionales patriotas del balón (los que reservan su argentinidad al fútbol) están elucubrando desde el pasado sábado que hay motivos ultradeportivos para que la selección argentina sea eliminada por su par alemana en el partido que jugarán el viernes 30. Alegan que nadie podría dejar al equipo local fuera del campeonato, porque eso atentaría contra el negocio del fútbol, que necesita mucho más que un estadio lleno.
Este rapto de desconfianza (o de sinceridad) es absolutamente tuerto. Porque si van a pensar que en el fútbol profesional todo es guita, arreglo, amiguismo, componenda, no pueden ser tan tontos de creer que el tongo se revela en los cuartos de final… Incluso más: sospecharon que hubo trampa en el sorteo de los grupos (donde –por supuesto– “nos tiraron al muere”) y volvería a haber una maniobra sucia en caso de que la selección argentina quedare eliminada. Mágicamente, mientras la albiceleste se lució en el campo de juego, todo fue inmaculado, honesto, y los partidos fueron limpiamente ganados.
Vamos, muchachos: si hay tongo, lo hay desde siempre y por siempre. Si hay maniobras sucias que indican quién debe llegar a la final, ¿cómo no pensar que la selección argentina llegó a donde está porque las mismas maniobras sucias así lo permitieron?
Creer que la conspiración existe sólo cuando uno mismo se siente víctima es una actitud a la que ustedes calificarían de mariconada. Pero, claro, la mariconada sólo existe fuera de la elite del tablón.
Seguramente, en este caso es re macho llorar por anticipado, abrir el paraguas antes de tiempo, esgrimir de antemano la excusa de la derrota (nunca asumida con hombría). Así como debe haber sido re macho quejarse porque en el sorteo nos había tocado “el grupo de la muerte” (ese que, al final, estuvo a un paso de ser “el grupo de los muertos”).

1 Comments:

At martes, junio 27, 2006 4:48:00 p. m., Blogger Unknown said...

De casualidad cai aca y la verdad que estoy demasiado de acuerdo en algunas apreciaciones tuyas (en la mayoria se podria decir), yo tengo las ideas pero el drama es sacarlas de mi cabeza...

Decime si no hay drama que agregue un vinculo a tu pagina en mi blog!

 

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