alta tensión, baja libido
Una estúpida (hay algo más que prejuicio de mi parte para llamarla así) vio en un video cómo se divertían cientos de yanquis –pueblo divertido si los hay– en una lucha de almohadas acaecida en la ciudad de San Francisco. La idea le pareció tan genial que decidió copiarla. Para la convocatoria se valió de un blog y de mails.
Como es una ciudadana consciente de la seguridad, pidió ayuda al Estado, y a través suyo todos aportamos para que dos móviles de Guardia Urbana, dos de Defensa Civil, uno de bomberos, veinte policías, un equipo de buzos y diez efectivos del cuerpo auxiliar del Parque Tres de Febrero se hicieran presentes para la custodia y cuidado de los guerreros en la tarde de ayer, fecha establecida para tal evento.
Dos mil tarados pasaron una tarde feliz porque liberaron tensiones en la plaza del Planetario.
No puedo evitar pensar cuánto más esperanzador es saber que hay gente que todavía va a los Bosques de Palermo a garchar.
8 Comments:
Sexo libre a lo Cicciolina en su rol de ¿senadora? italiana. Que así sea.
Lamento decepcionarlo en doble partida, entonces: en primer lugar porque la guerra de almohadas se hará también en Rosario, y en segundo lugar porque posiblemente asistiré.
La desmedida solemnidad acabará por acabarnos.
:P
Bueeeeenas... Recomendado por Donnie en su blog, me vine.
Si hay algo que no haría, es ir a pegarme con almohadas. Mi espíritu subversivo llevaría una almohada de pluma de ganso con algun lastre importante que sume impulso centrífugo (y masa, ergo) al cacheteo...
Y si, el sexo libre es mejor que entre rejas...
Me pareció raro, pero admisible ver gente de mi edad (veintilargos) cagándose a palo con una almohada en el planetario. Pero tengo que confesar que no llego a entender dónde está lo genial de la propuesta.
Bienvenida la Regresión!
Pensar que en años pasados la gente se convocaba por otras causas.
que tiene de malo que la gente se pegue con almohadas? como si cojer entre los yuyos fuese tanto mejor o mas comodo. me quede colgado con las simpatias del post anterior. a mi el ataque de israel al libano me puso malo, me enojo profundamente, me parece un gesto que condena toda una idiosincracia y me enojo tambien con "mis amigos judios" que buscaron alguna justificacion pedorra a tanto atropello. no me importa de que me acusen. las sotanas y los uniformes (todos intolerantes) son "tambien" nefastos; un golpe de almohada no.
La imbecilidad no tiene límites y en la actualidad, como viene la mano, estoy seguro que seguirá aumentando en proporción geométrica.
Lo que más me enoja es la terca persistencia en las autoridades comunales, nacionales, provinciales, etc. en administrar este paìs del cuarto mundo como si fuera Suiza. Prohibimos fumar, pero los pendejos en el GBA se cagan de hambre y las escuelas escupen burros. Ponemos guardias para que una miríada de pelotudos con almohadas se sientan que son snob, pero te cagan a tiros a la salida de cualquier restaurante en plena capital. La cana es un antro de ladrones pero tenemos "guardia urbana" y con "actitud BA"...
La imbecilidad a la máxima potencia. Lo contás en un capítulo de "Los Simpson" y no lo creés, pero pasa acá...en Argentina, país generoso.
la próxima que sea con garrotes!
No tengo absolutamente nada en contra de la liberación de las tensiones, sea cual sea la manera en que se exprese.
Tengo suficiente libido como para derrocharla en una batalla de almohadas, en una lucha improvisada en un ring inflable con un amigo (como de hecho hice hace un par de semanas...), o una fiesta Plop! Todos pecadillos igualmente reprobables de acuerdo a esta escala planteada por usted, señor Lucho (en una acertadísima y aceitadísima fundamentación por cierto), pero que equiparo sin vergüenza al mejor de los polvos.
Me gusta divertirme sin culpas. El sexo me da todo eso. Las guerras de almohadas y etcetericídeas pelotudeces, también. A esta altura queda claro que me frustra un poquito no haber ido, no? XD
Mis respetos y felicitaciones por su blog!
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