miércoles, julio 12, 2006

doble moral, pero con onda

Enciendo la tele para ver algo en algún noticiero, y está terminando Mañanas informales. Hay un tipo joven como invitado –no tengo idea quién es– y Jorge Guinzburg, conductor del programa, le pide una anécdota de sus tiempos como colectivero. Muy divertido cuenta que una mañana se durmió mientras estaba detenido por un semáforo, y que el colectivo comenzó a andar lentamente hasta que se despertó por los gritos de un taxista. Risas, saludos, cierre del programa.
Si formase parte del caudal de noticias que un colectivero se quedó dormido y el coche transitó sin su control, Guinzburg y su Ernestina Pais estarían indignados, vociferarían por la falta de controles y culparían a los gobernantes y a la idiosincrasia argentina. Pero contado por un invitado, es súper gracioso.
Hace casi un siglo, una banda de avivados promulgó que el arte era lo que el artista señalaba como objeto artístico. ¿Estará llegando la hora en que los comunicadores nos digan cuándo un acto es bueno y cuándo es malo?

leve y larga digresión
El sitio de Canal 13 dice que Mañanas informales tiene “el sello inigualable de Jorge Guinzburg y la compañía femenina de Ernestina Pais”. Seguramente ella leyó eso, y no debe molestarle ser tratada como “compañía femenina”, porque su supuesto progresismo es una fachada con la que intenta hacer más digerible su actitud conservadora, la que le desborda casi hacia el fascismo cuando habla de la inseguridad desde un lugar de señora gorda que tiene que cuidar sus bienes, que han de ser muchos, porque vive laburando: conduce o “acompaña femeninamente” Mañanas informales –de lunes a viernes de 9:30 a 13 por Canal 13–, Hora pico –de lunes a viernes de 16 a 19 por Radio Mitre– y Salgan al sol –los sábados de 11 a 13 por Rock & Pop–, y es socia del restaurante Million y de la revista Inrockuptibles, donde además es la directora de arte. Así, a la vez que acumula mucho más de lo que necesita, le está imposibilitando acceder a otra mucha gente a espacios que merecen por su formación y experiencia (lo que es casi una constante en el mundo de los medios y del espectáculo. Pero, ¡claro!, es gente que necesita mucho dinero, porque nadie desconoce lo carísimo que resulta vacacionar no menos de dos veces al año, mantener un auto nuevo y cenar todas las noches en algún exclusivísimo restó).