jueves, febrero 08, 2007

las personas y las cosas

Anoche reabrió el bar Británico. Los habitués (a los que se les sumaron no pocos figuradores en eventos) llenaron el local para saborear de nuevo un café, esta vez gratis con motivo de la reapertura, sin ocultar su felicidad por el bar recuperado, ese mismo por el que tanto habían luchado.
A mí, el bar Británico me pareció siempre un lugar desagradable. Sin hablar de la atención, que rozaba la displicencia. Y los famosos “gallegos” que lo administraron y atendieron por más de cuarenta y cinco años no necesariamente despertaban mi solidaridad como laburantes, porque es probable que la hayan amasado lindo y amarrocado toda, por lo que sospecho que si bien se quedaban sin trabajo, no por eso quedaban sin pan. Pese a esto, yo estaba a favor de la conservación del Bar Británico, y en manos de los mismos gallegos.
El año pasado, cuando vecinos y habitués del Británico recolectaban firmas y se movilizaban para impedir su cierre, insistieron una y mil veces en que los gallegos debían permanecer. Ayer, los mismos festejaron la reapertura de ese bar. De los gallegos, parece, ya nadie se interesaba.
Será, pues, que lo importante son las cosas.

4 Comments:

At jueves, febrero 08, 2007 7:44:00 p. m., Blogger Fender said...

Como hombre del barrio (digan lo que quieran, hasta Juan de Garay sigue siendo La Boca), tuve siempre predilección por ese bar. A medida que San Telmo se hacía mas snob, fue como el último de los bares donde aún la medialuna era rica y un desayuno costaba 3 pesos (enfrente, en un bar recuperado, costaba $6.50. A mi me gustó siempre lo medio runflesco, así que no es de extrañar mi gusto.

Con respecto a los gallegos, el bar no será lo mismo sin ellos. Sin la generosa apatía del mozo gordito que ignoraba los ademanes de gringos y locales con idéntica y democrática pulcritud, pero todavía capaz de hacerle una caricia a una nena de 4 años (un día que el papá la trajo hipando de prepo de la misma calesita que lo vio girar a él mismo hace más de treinta años), con una sonrisa que no sé de dónde sacó el gordito...

 
At viernes, febrero 09, 2007 7:07:00 p. m., Blogger Pablo said...

**

Soy de Montevideo


Aca no hacen tanto alboroto por un bar tradicional .

Se cierra y se abre otro .

Pero los Bonaerenses parecen contradictoriamente mas sentimentales


** CrEeR eS BaSiKo , PeRo SeGuN La MaNeRa QuE Lo HaGaMos, SeReMoS Lo QuE QuErEMoS SeR **

MaNi

**

 
At viernes, febrero 09, 2007 8:39:00 p. m., Blogger Cassandra Cross said...

... O será, tal vez, que vivimos en el país del "mal menor"...

Lo simbólico, estimado Lucho... el poder de lo simbólico...

Un gustazo que haya vuelto a postear. La verdad, se lo extrañaba.

 
At domingo, febrero 11, 2007 2:48:00 p. m., Anonymous Anónimo said...

que una causa este mal planteada no significa que no sea una buena causa. el dibujo se va definiendo con el tiempo.
tal vez el punto no eran los gallegos, sino el bar. el par de veces que me sente alli el cafe estaba quemado, pero prefiero verlo al pasar que imaginar un ciber o un bar "recuperado" en el mismo lugar.

digame algo Lucho, usted es tan estrella que nunca nunca va a postear nada en mi FL???

 

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