¿la marcha del orgullo… católico?
Mientras las organizaciones que defienden los derechos de personas gays, lesbianas, travestis, transexuales, transgéneros, bisexuales e intersexuales preparaban la XVI Marcha del Orgullo (y, entre otras cosas, habrán debatido temas esenciales a los derechos humanos como quién caminará diez centímetros más adelante de la otra o quién hablará al final de la marcha cinco segundos más que el otro, aunque también habrán buscado consensuar, por ejemplo, qué número de participantes se le diría a la prensa que habían convocado como para escamotear el dato real de que hace más de una década que la participación no crece), al mismo tiempo se estaba organizando otro acto masivo, comprometido, popular, reivindicativo.
Y mientras algunos miles de personas (no demasiados) celebrarán la diversidad y reclamarán por el reconocimiento de sus derechos avanzando por Avenida de Mayo, a menos de medio kilómetro, al pie del Obelisco, otras personas (no sabemos cuántas) estarán celebrando la uniformidad y anhelando el cercenamiento de los derechos para quienes no viven como ellas dicen que hay que hacerlo: un organismo de católicos no identificado (ocni), con el declarado aval del Arzobispado de Buenos Aires, la Pastoral Juvenil Salesiana y Casa Salesiana Don Busco de San Justo, y el auspicio de Juntitos, Canal 21, María + Visión y el Ministerio de Desarrollo Social (la eterna payasada: Néstor le ladra a los curas pero los billetes se los pasa igual, esta vez a través de la hermana Alicia), invita al comienzo de la batalla (sic) porque “se levanta un Nuevo Ejército”.
Parece que este acto católico tendrá mucho de los métodos de las iglesias radiotelevisivas: testimonios de gente sanada del alcohol, de las drogas, de otros vicios corrosivos y hasta de la homosexualidad, quizás con la esperanza de que la amplia y potencial clientela que pasa a unas cuadras se convierta siquiera un poquito.
Abajo podés ver el anverso de la postal del acto católico. Con esto sí que una imagen vale más que mil palabras.
