jueves, agosto 31, 2006

gracias, D’Elía

No le vamos a negar su propio post: se lo merece por imbécil.
Gracias al permanente griterío de Luis D’Elía, Blumberg y la gentuza que tiene detrás (¿o la tiene delante?) pueden ahora decir que mucha gente no fue a su acto en Plaza de Mayo porque tuvo miedo.
El ex piquetero devenido funcionario se mostró nuevamente tan funcional a la peor derecha que nos lleva a sospechar que debe haber hecho un posgrado con los muchachos de Quebracho.

presupuesto policial
(la vergüenza nacional)

Ya lo habrás visto en los diarios y en la tele: una nena de doce años desapareció de su casa en Río Tercero, Córdoba, y la encontraron en la localidad de Los Polvorines, Buenos Aires, con un hombre de treinta y tres. Que el tipo le mintió, que se enamoraron, que la nena se fue porque su padre es abusador y su madre no decía nada… Ojalá todo esto termine bien para la nena.
Pero lo que quizás no viste es la patente del automóvil con que se trasladó a los protagonistas de esta historia: X399157. Según dijeron en la tele, era un automóvil perteneciente a la Policía de Córdoba (y, sería extraño que viajen en remís). Por lo tanto, la Policía de Córdoba jamás repatentó ese vehículo. Lo que nos hace pensar en cuánto trabajo han de tener, ¿verdad?, ya que a lo largo de toda una década no tuvieron tiempo de acatar una ley cuyo cumplimiento deben controlar ellos mismos.
Ante esto, imposible no admitir que el problema que tienen todas las policías de nuestro país es la falta de presupuesto. Porque queda claro que ni siquiera pueden gastar en un gestor.

martes, agosto 29, 2006

esquina de valientes, la de Argerich y Aranguren

Habrá sido a principios de la década del ’90 cuando una noche, caminando por el barrio de Flores, en una de las paredes exteriores de un local en la esquina de Argerich y Aranguren descubrí un graffiti. Estaba muy alto, a la altura de un primer piso, por Argerich, en la esquina noroeste (para despistados que anden por ahí, donde está la parada del 134).
El graffiti permaneció años en esa pared. Cuando una inmobiliaria se instaló en ese local, se pintó el frente y el graffiti fue tapado. Apenas días después, el graffiti reapareció; quizás por mi entusiasmo creí que estaba escrito con la misma letra que el original, pero quizás fue realmente así. Sin embargo, no pasó mucho sin que llegase una nueva capa de pintura sobre él. Y como sospecho que sólo se había intentado mostrar resistencia, pero no se pretendía entrar en una competencia, esa vez el escamoteo fue definitivo.
Sabiendo que pasa por aquí menos gente que la que a diario circula por la esquina de Argerich y Aranguren, le ofrezco de todos modos al desaparecido graffiti un lugar en este blog para que siga enseñando y desafiando, como lo supo hacer desde aquella pared en la que se leía “El miedo hace al valiente más valiente y al cobarde más cobarde”.

sábado, agosto 26, 2006

el culo de Passarella

El pasado fin de semana, un grupo de barrabravas de River Plate reventó los neumáticos de quince automóviles pertenecientes a jugadores y cuerpo técnico del equipo de fútbol y algunos dirigentes que estaban en la playa de estacionamiento del estado de ese club. Daniel Passarella, alias “El Káiser”, director técnico de ese equipo, dijo: “No podemos culpar a nadie porque esto sucedió cuando nosotros estábamos en el vestuario de la cancha de Racing. (…) Escucho que me van a citar a declarar, pero voy a ser de poca ayuda para el fiscal porque no tengo muchas cosas para decir. (…) Yo no sé nada, lo único que me importa es que el club me pague por los daños. (…) Estos hechos ocurren en todos los clubes. Nos sucedió a nosotros y no podemos culpar a nadie”. Y cuando se le preguntó por qué no hicieron la denuncia, su respuesta fue “A quién voy a denunciar, ¿al hombre invisible?”.
Paradojas de la vida: el mismo hombre que, a mediados de 1995, afirmó en un reportaje que le concedió a la revista El Gráfico que no convocaría a un jugador homosexual para formar su equipo, once años después de mostrarse tan preocupado por el uso del culo ajeno, terminó exhibiendo en público cuánto se le frunce el suyo…

jueves, agosto 24, 2006

defensores de la vida

Defienden la vida y, para evitar que se practique un aborto, se manifiestan delante de un hospital y hasta amenazan con la existencia de una bomba en el mismo.
Salen con lágrimas en los ojos a pedir que, en lugar de abortar, les den en adopción a los niños que podrían nacer, mientras ignoran a diario a los millones que ya han nacido y pasan sus días expuestos al abandono, la desnutrición, la muerte.
Esta es la clase de militantes por la vida que tenemos.

miércoles, agosto 23, 2006

se ha extraviado el niño Martín Ciccioli
(más que extraviarse, se fue al carajo)

La información que brinda Canal 13 dice que el programa Argentinos por su nombre cuenta “con la visión característica de Andy y su equipo”, lo que resulta una pésima noticia, porque poca gente es tan ciega a la realidad e inmune a su devenir como demuestra serlo Andy Kusnetzoff. Sí, el ex movilero de Caiga quien caiga que, a fuerza de tener un papá sexólogo, logró ir teniendo sus propios programas.
Quizás para que nadie le haga sombra, lo rodearon de otros periodistas bonsai (es decir, enanos y meramente decorativos, sostenidos a fuerza de producción): Carla Czudnowsky y Martín Ciccioli. Ella parece haber superado su viudez de Juan Castro puesto que ya no lo llora y hasta admite que otro le recompense con una mirada su necesidad de aprobación ajena, aunque no logró dejar atrás la etapa de supuesta transgresora sexual; y él… él es uno de los tantos posmodernitos presuntuosos que en algún momento fue promesa de –al menos– no ser muy boludo, y como tiene que llenar con algo el tiempo en el aire, es capaz de inventar cualquier ridiculez, grabarla, editarla y presentarla como una verdad incontrastable que él acaba de descubrir.
En realidad, esta entrada sólo se justifica por lo que viene, que es lo que vi (por suerte, lo único que vi) en la emisión de Argentinos por su nombre del pasado jueves 17 de agosto. Abre el informe Martín Ciccioli a metros de la estación Liniers y, en plena calle, declama obviedades sobre el transporte urbano. Para graficar las penurias que a diario debemos tolerar otros (otros, sí: a él se le notaba que estaba descubriendo un mundo al subirse a un tren), competirá con un experimentado maratonista en llegar a Plaza Dorrego (Humberto I y Defensa, en San Telmo).
Cualquier idiota sabe que el transporte público de las grandes urbes es problemático, y mucho más en Buenos Aires, ciudad escasamente planificada y todavía atada en ese tema a los designios de un organismo nacional que empeora cada vez que cambia de manos (no teman: el próximo secretario de Transporte será peor que Hugo Jaime). Pero Martín Ciccioli lo demostrará, que en eso puso su esfuerzo.
El punto es que lo demostró de la manera más burdamente mentirosa que uno podría imaginar, porque eligió las peores y más innecesarias combinaciones: tomó el tren hasta Flores; desde esa estación caminó no menos de una cuadra y media hasta la avenida Rivadavia, en donde subió a un taxi hasta Primera Junta (trayecto con varias cuadras de calzada reducida y desvíos por las obras de prolongación de la línea A del subte); se supone que bajó en la estación Perú (quizás lo hizo en Loria y siguió montado en un pony, pero no lo editaron) y ahí tomó un colectivo hasta la altura de Plaza Dorrego. Por supuesto, el maratonista había llegado mucho antes.
Si la visión característica de Andy y su equipo es la mentira, el informe falso, el impacto a cualquier costo, quizás me haya equivocado al calificarlos de “periodistas bonsai” porque, en realidad, se trataría simplemente de unos hijos de puta que se benefician al engañar a la gente a la que –con postura de próceres de la libertad de expresión– dicen informar.
Se ha extraviado el niño Martín Ciccioli, posiblemente viajando entre Liniers y San Telmo. Si alguien lo localiza, no se preocupe por devolverlo: viviremos mejor sin él y sin sus falsas investigaciones.

miércoles, agosto 16, 2006

de pulgares grandes y brazos largos
(y vos, ¿de qué lado vas a estar?)


Hace algunos años, personas dedicadas a la ciencia afirmaban que el pulgar de la mano del ser humano tendía a desaparecer. Era cosa de esperar algunos cientos de miles de años y nos encontraríamos con cuatro dedos en cada mano.
Hace pocos años, personas dedicadas a la tecnología inventaron la telefonía móvil, que derivó en los mensajes de texto, que exige un uso intensivo del pulgar. Por lo que, a fuerza de entrenamiento y especificación, el pulgar no desaparecerá.
Ahora, millones de personas andan por la calle leyendo y escribiendo mensajes de texto en su celular, concentrados en la aplicación del pulgar en la tecla adecuada. Así, se abstraen de su entorno, evitan ver la pobreza y la soledad que los circunda, y apenas perciben el mundo como fondo de las fotos (claro, tomadas con el mismo teléfono móvil) que les envían sus amigos.
Con este dato, podemos pensar que quizás el cuerpo del ser humano evolucione hasta poseer un pulgar enorme. Aunque otra rama evolucionará hacia un brazo muy largo, de manera que les permita con facilidad hurgar hasta el fondo de los tachos de basura.

jueves, agosto 03, 2006

al final, Andrés Oppenheimer estaba desinformado
(la profecía de Claret sobre la muerte de Fidel Castro)


Mirá que Andrés Oppenheimer hace años que viene dale que te dale buscándole cosas feas a Fidel para ridiculizarlo, estigmatizarlo, satanizarlo… Le dice de todo desde El Nuevo Herald, de Miami, o desde La Nación, de Buenos Aires. Todo un apostolado.
Pero al final, el tipo es un boludo: años desgastando esfuerzos inútilmente, porque el régimen de Fidel jamás iba a caer por presión de Estados Unidos, ni mucho menos por la prédica honesta de los defensores de la democracia como lo es el mismo Oppenheimer, porque la caída del dictador cubano ya tenía fecha de término en la sempiterna sabiduría divina, que le pasó el dato firme a Antonio María Claret, arzobispo de Cuba entre 1851 y 1857, hoy dedicado a la intercesión con el título habilitante de santo. Porque si estaba ya en la voluntad divina el día en que Castro moriría y el consiguiente fin de su tiranía, ¿para qué tanto esfuerzo en intentar eliminarlo antes de tiempo?
La cosa fue así: de la nada, el año pasado comenzó a circular una desconocida profecía del santo Claret. Texto imperdible que brindará regocijo a muchos lectores, a quienes lo entrego más abajo (1). Texto del que se asegura que no era desconocido, sino que se había perdido, hallándoselo en la catedral de Santiago de Cuba. La noticia la dio a conocer el muy respetable portal de noticias católicas EWTN (2), que no objetó la fuente (
http://164.109.56.155/vnews/getstory.asp?number=70001).
Hemos estado perdiendo el tiempo. Las horas invertidas en leer las notas de Oppenheimer no nos sirvieron para nada, porque recién ahora tiene sentido pensar en el futuro de una Cuba en la que la mirada divina volverá a posarse recién cuando se cumpla la profecía de Claret y muera el tirano.

La profecía de Antonio Claret
A esta Sierra Maestra vendrá un joven de la ciudad y pasará un corto tiempo cometiendo hechos muy lejanos a los mandamientos de Cristo. Habrá inquietud, desolación y sangre; vestirá uniforme no tradicional, jamás visto en el país. Muchos de sus seguidores llevarán rosarios y crucifijos colgados al cuello e imágenes de muchos santos junto a armas y municiones. Este joven bajará de las estribaciones de la Sierra Maestra con barbas y muchas veces fumando un puro; será recibido con fervor por el pueblo cubano, al cual lo engañara. Lo dividirá y lo dejará sumido en angustias con mucho dolor y sangre.
La república será entregada a un hombre que viene de un país muy lejano, que hablará un lenguaje que no es ni castizo ni romano. Con la riqueza de la isla, Cuba entregará la soberanía y la independencia por la que hoy se lucha. Todos los cubanos serán presos y esclavos de un sistema maléfico.
Este joven gobernará por casi cuatro décadas, cercano a medio siglo; en ese tiempo habrá sangre, mucha sangre, el país quedara devastado, cuando se cumpla ese tiempo, ese joven que ya será viejo, caerá muerto y entonces el cielo cubano se tornará limpio y azul sin esta oscuridad que ahora me rodea.Se levantarán columnas de polvo y otra vez la sangre anegará el suelo cubano por unos pocos días. Sin embargo, como dice el refrán, “Después de la tempestad llegará la bonanza”; cuando esto ocurra, vendrá un estado de alegría, paz y unión entre cubanos, y la república florecerá como nadie podrá imaginar.
Habrá un gran movimiento de barcos en las aguas, que de lejos las grandes bahías de Cuba parecerán ciudades enclavadas en el mar.
Habrá venganzas y revanchas entre grupos dolidos y otros codiciosos, que por corto tiempo empañarán de lágrimas los ojos.
Después de estos días tormentosos, lo mejor para Cuba estará por venir. Se erradicarán enfermedades, vendrá el arrepentimiento, se extinguirán falsas religiones, la fe cristiana entrará en los corazones ateos. Después de toda esta catástrofe que ahora veo, saldrá el arco iris, anunciando la paz y la prosperidad para todos los cubanos.
Cuba será la admiración de toda América, incluyendo la del Norte.

(1) El texto es tan infantil y de tan evidente corte opositor que la Iglesia católica no se ha atrevido a avalarlo: incluso (2) una monjita católica de la arquidiócesis de Miami pone en duda su veracidad (
http://www.vozcatolica.org/65/claret_obispo.htm).

viva el cáncer

Cuando, a causa del cáncer que se le había originado en el útero, Eva Perón agonizaba en el palacio Unzué (en el mismo solar porteño donde ahora se levanta el edificio de la Biblioteca Nacional), alguien escribió sobre el muro que daba a la calle Austria “viva el cáncer”. Y parte de la sociedad argentina brindó y celebró su muerte la noche del 26 de julio de 1952.
Cincuenta y cuatro años y un par de días más tarde, Fidel Castro delega provisionalmente la presidencia de Cuba porque debe ser intervenido quirúrgicamente. En Miami, miles de disidentes, refugiados, exiliados o como quiera llamárselos, salieron a las calles a celebrar la noticia y hacer augurios para que el octogenario Castro no supere tal operación y muera pronto.
En uno y otro caso, la inmensa mayoría de quienes festejaron se arrogaban la representación de la más pura tradición occidental y cristiana.
Si la historia se ha repetido para mal, poco podremos esperar de este occidente cristiano. Al menos, tal y como está ahora, así de cristiano y así de occidental.

Nota: pido a los y las idiotas que merodeen por este blog tengan a bien no hacer comentarios basados en que he defendido a Eva Perón o a Fidel Castro. De todos modos, como los y las idotas son imprevisibles, seguramente harían notar su limitado razonamiento a través de otra endeble línea argumentativa