martes, septiembre 25, 2007

lo que sí y lo que no

Las entregas a gerenciadoras privadas, las elecciones digitadas de dirigentes, los negociados de la televisación, los enfrentamientos de las barras bravas, las investigaciones a barrabravas y hasta las reseñas sobre sus velorios y las reconstrucciones de sus crímenes, las borracheras y demás excesos de algunos jugadores, sus infartos, los diseños de las camisetas y sus patrocinadores, las colas para sacar entradas, los operativos policiales, la selección entregada a los “drinks junto a la alberca”, hinchas en carpa en un bosque alemán esperando conseguir entradas, el generoso dios Don Julio entregando entradas a esos argentinos de ley, la presentación de una pelota, el rodaje de un documental sobre la tragedia de Puerta 12, todo esto y mucho más tiene lugar en la sección Deportes de Clarín.
La apertura del Mundial de Fútbol Gay que se desarrolla en Buenos Aires apareció hoy en la sección Sociedad
. La autoría –no podía ser de otro modo entre tanto macho del periodismo deportivo del Grupo Clarín– pertenece a una mujer, Pilar Ferreyra.
Página/12, tan progre, tan pro gay, también ubicó el tema a su sección Sociedad
. Aunque hay que reconocerle que es un varón quien cubrió este mundial.
En La Nación, el único gay que aparece en la edición de hoy es su niño mimado Alfonso Prat-Gay.
Y, sí: un mundial de fútbol gay es una reverenda pelotudez. Pero no la única.

martes, septiembre 11, 2007

pumas emocionados

La selección de rugby está formada por cincuenta y seis jugadores, de los cuales cuarenta viven fuera del país y juegan en equipos europeos; las fichas de estos en la página de la Unión Argentina de Rugby advierten que su “occupation” es “rugby player”, mientras que la mayoría de los que han quedado en el país es “student” y hay algún “businessman” (sí; las fichas están en inglés, para que lean los inversores del deporte y compren a los dieciséis que quedan en góndola). Y lucen distinguidos apellidos, no necesariamente patricios o aristócratas pero sí de buen sonar como Agulla, Albacete, Álvarez Kairelis, Arbizu, Arocena Mesones, Avramovic, Ayerza, Borges, Bosch, Carballo Pussaq Laborde, Corleto, Creevy, Durand, Fernández Lobbe, Fernández Miranda, Gaitán, Genoud, Gómez Cora, González Bonorino, Guiñazú, Hasan Jalil, Henn, Ledesma, Leguizamón, Leonelli Morey, Longo Elía, López Fleming, Martin Aramburu, Núñez Piossek, Ostiglia, Pichot, Quesada, Schusterman, Serra Mirás, Stortoni o Vernet Basualdo.
Mientras entonaban las estrofas de nuestro himno nacional, la emoción fue embargándolos. Se llevaron una mano al pecho, exhalaron aire con fuerza, cerraron los ojos, algunos hasta lloraron.
Sí, ha de ser amor a la patria, claro.

sábado, septiembre 01, 2007

la memoria completa, no tanto

Me entero en Del medio (recargado) de la aparición de B1 (vitamina para la memoria de la guerra en los ’70), una revista que viene a poner las cosas en su lugar y recordarnos que los crímenes cometidos por el marxismo ateo siguen impunes.
Ya conocemos el discurso. Pero lo que no logro entender es cómo esta gente que reivindica la legalidad de los gobiernos militares, y hasta participaron en ellos, no aprovecharon ese momento para pedir justicia. Si entre el 24 de marzo de 1976 y el 9 de diciembre de 1983 las instituciones funcionaron correctamente, era la oportunidad para haber llevado a los tribunales las causas por los asesinatos cometidos por la subversión. ¿Por qué no lo hicieron? ¿Acaso confiaban en una instancia superior a la judicial? ¿O desconfiaban de la justicia argentina?
No, no lo entiendo.