jueves, marzo 22, 2007

pasen y laven (y roben de nuevo)

Dice Clarín: “Anuncian un ambicioso proyecto inmobiliario para la Costanera Sur” (ver nota). Los socios que lo encaran: IRSA y Related Group of Florida. Sólo falta un socio ruso para que esto nos dé un completo asco. Y será la estocada final para la Reserva Ecológica, pues el impacto ambiental modificará necesariamente su estado actual, ya vapuleado por los vanidosos edificios erigidos en sus cercanías.
La administración K sigue ostentado su retórica sobre la necesidad de recuperar la industria nacional, mientras celebra desde el mismo púlpito presidencial los negocios para los mismos de siempre y la llegada de capitales que sólo generarán concentración de riquezas para unos (que, además, las harán fugar) y puestos provisorios de empleos básicos en la construcción para otros. Pero, a diferencia de los inversores que trajeron sus capitales en los ’90, los que llegan ahora no sólo están listos para los inmediatos negociados: seguramente vienen mejor entrenados para sacar ventajas del nuevo saqueo e irse un rato antes de la siguiente crisis.
En fin, la Nueva Argentina…

viernes, marzo 16, 2007

el adoquín de Telerman

Me pregunto cuánta gente quedará que no esté harta de Telerman, de su megalomanía, de su hueco palabrerío, de su presunta neutralidad y amor por todas las porteñas y todos los porteños sin distinción –incluyendo a sus opositores, porque comprende todo–, de sus estúpidos afiches, de su verbalmente vomitada pasión por Buenos Aires, de su afrancesamiento y de haber inventado esa expresión, de su sobreexposición, del mal gusto y nulo criterio que tiene para las obras urbanas… Y de su vanidad, la misma que le impidió notar que durante años firmó papeles que le arrogaban una licenciatura que jamás obtuvo.
No puedo evitar imaginarlo a él soñando con una ciudad futurista en la que un subterráneo supersónico se detiene en la estación Jorge Telerman, cuyas relucientes escaleras mecánicas ascienden al Parque Jorge Telerman, en cuyo centro se encuentra el monumento a Jorge Telerman, frente al cual nace el bulevar Jorge Telerman. El sueño concluye cuando un asesor lo despierta de su siesta para informarle que en la última encuesta ha perdido un punto.
Mi sospecha acerca de su íntima aspiración a convertirse en el “Georges Haussmann porteño” tiene varios argumentos, pero citaré uno solo: el proyecto que ganó el concurso para la remodelación de la Plaza de Mayo en miras al bicentenario patrio. Es imbécil, extranjerizante, desubicado, pretensioso y, lo más importante, horrible. En una ciudad cada año más calurosa, heredera de la más que centenaria concepción que Thays tuvo de los espacios públicos, una plaza verde será transformada en plaza seca. (Si no viste el proyecto, hacé click aquí.)
Pero él sigue convencido de que, aunque hoy lo odiemos, lo amaremos mañana, cuando comprendamos que él era un adelantado a su tiempo (convirtiéndose así sucesor de Rivadavia, que será elogiado por un sucesor de Mitre, y será desenmascarado por un sucesor de Jauretche). Y en su ánimo de ostentar obras y cambios y progreso, el entusiasmo lo lleva a olvidar el silencio necesario para que no se vean los indicios de negocios sucios. Como sucede hoy, al informarse en el sitio del Gobierno de la Ciudad la inauguración del Boulevard (sic) Caseros: “La avenida que va desde Bernardo de Irigoyen hasta el Parque Lezama mostrará, desde este domingo, una nueva cara con veredas, plantaciones de árboles, cordones de hormigón armado, papeleros, bajadas para discapacitados y farolas de estilo clásico”. ¿No notaron nada raro en ese anuncio? La modernidad llegó en formato de cordones de hormigón… Pero cordón había, y de granito, por lo que alguien se llevó granito suficiente como para hacer piezas de no menos de dos centímetros de espesor equivalentes a un mínimo de 4000 (cuatro mil) metros cuadrados por los que bien podrían sacarse unos cuatrocientos mil pesos a precio de oferta. (Si esto pasa a la vista de todos, ¿qué no imaginar de lo que pasa por las manos de unos pocos?)
El pobre Jorge Telerman quiere llamarnos la atención y continuar al frente del gobierno que conquistó a fuerza de sucios pactos. Y es comprensible: se sentiría muy mal si en algunos meses volvieran los inspectores a La Trastienda y él debiera atenderlos…

viernes, marzo 09, 2007

el viaje de Bush viene con prospecto

Los preclaros lectores de la realidad mundial han dado su veredicto: George W. Bush no visita la Argentina porque ya tiene un socio estratégico en la región, que es Brasil, mientras que nuestro país se quedará al margen de firmar tratados comerciales con Estados Unidos (un socio inmejorable, a no dudarlo) por la amistad K con el bolivarianísimo Chávez.
Sorprende entonces que estos cipayos –falaces formadores de opinión e impúdicos operadores– no tengan siquiera la entereza de preguntarse en público por qué la gira no incluye un paso por Chile, país sudamericano al que los bienpensantes neoconservadores siempre nos mostraron como el ejemplo a seguir. Siguiendo su lógica (vendida al mejor postor, que es quien fabrica los verdes), Chile estaría siendo despreciado por Bush. Pero no lo dirán, porque en cuanto haya un encubrimiento de acciones contra los derechos humanos en tiempos de Pinochet nos dirán nuevamente que Chile es el ejemplo porque mira hacia el futuro, y cuando alguna protesta sea reprimida en Santiago nos dirán nuevamente que Chile es el ejemplo porque mantiene y ama el orden, y aplaudirán la seguridad jurídica que gozan las inversiones extranjeras en Chile porque son un ejemplo al no castigar al capital.
No es raro lo que les pasa: cuando ellos miran el mundo, les avergüenza ser latinoamericanos (tanto que siempre escriben “América latina” así, en minúscula, porque no consideran la latinidad de esta América como nombre propio, sino como simple accidente que, como tal, no merece más que un adjetivo), pero cuando miran América Latina, les avergüenza ser argentinos. Deberían hacer el esfuerzo de seguir reduciendo teóricamente sus espacios de pertenencia hasta llegar a tener vergüenza de sí mismos.